¿Las elecciones presidenciales estadounidenses pondrán en peligro el auge de la inversión?
Un impulso a la inversión, pero ¿lo apagará la política?
El inicio de la pandemia hizo que Estados Unidos sufriera un periodo de turbulencias económicas notables, pero desde entonces ha pasado a una fase de crecimiento inesperadamente fuerte. Uno de los factores que sustentan esta tendencia ha sido la naturaleza algo inusual y acíclica del gasto de inversión. Lejos de exacerbar los vaivenes más amplios de la economía y caer bruscamente a raíz de la subida de los tipos de interés (la respuesta tradicional), el gasto de inversión se ha mantenido sólido. Es probable que varios factores hayan contribuido a ello, entre ellos un repunte posterior a la pandemia de COVID-19, la necesidad de reforzar la seguridad de la cadena de suministro y un deseo más generalizado de relocalizar, deslocalizar en cercanías o deslocalizar en países amigos (friendshoring). Sin embargo, creemos que parte de esta notable mejora del gasto en inversión en Estados Unidos se debe al gasto en infraestructuras de 1,5 billones de dólares previsto para 2021 y 2022 por el gobierno del presidente Joe Biden.
En este documento, intentamos cuantificar la magnitud de la mejora que hemos observado en el gasto de inversión en los últimos años. Identificamos un impulso sustancial a la inversión en estructuras, con una gran parte del gasto en construcción asociado al crecimiento del sector de la informática y la electrónica. A continuación, analizamos si este aumento se ve amenazado por las próximas elecciones presidenciales. Consideramos el impacto que los diferentes resultados electorales podrían tener en las perspectivas del gasto de inversión.
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