Zona Euro – Mucho en juego en medio de los riesgos de fractura política
Aranceles comerciales: Impacto directo marginal
El posible impacto de las elecciones estadounidenses en la zona euro es bastante binario: es poco probable que una victoria de Kamala Harris tenga un efecto importante, pero sí que lo tendría una victoria de Donald Trump. Trump quiere reducir el déficit comercial de Estados Unidos y la zona euro es un factor clave para ello. El bloque exportó 450.000 millones de euros de bienes en 2023 (gráfico 4), lo que arroja un superávit para Estados Unidos de 133.000 millones de euros.
Si lograra un segundo mandato, Trump ha propuesto un arancel general del 10% para el resto del mundo, incluida la zona euro. La media ponderada de los aranceles estadounidenses a las exportaciones de la UE ronda el 3%, según datos de la Organización Mundial del Comercio, lo que implica un aumento adicional del 6,8% en los precios de las exportaciones. Suponiendo una elasticidad histórica de alrededor de -1, estimamos que reduciría las exportaciones totales de bienes de la zona euro en 30.000 millones de euros (0,2% del PIB)– un impacto directo bastante limitado. Observamos que la mayor parte del valor añadido bruto de las exportaciones de la eurozona a EE.UU. consiste principalmente en bienes intermedios, lo que puede sugerir un cierto retroceso de la elasticidad histórica. Este impacto debería moderarse aún más con una depreciación del euro frente al dólar en respuesta a los aranceles internos y otros ajustes de política monetaria que limitan el margen de recorte de la Reserva Federal. Esto probablemente reduciría el precio de las exportaciones de la zona euro, lo que también podría beneficiar al bloque del aumento de la competitividad en países no estadounidenses si toman represalias con el aumento de los aranceles a Estados Unidos, pero no a la zona euro. Desde el inicio de 2023, el comercio neto ya ha sumado 0,2 puntos porcentuales por trimestre al crecimiento de la zona euro (0,0 pp en 2014-2019), con un aumento del 8% de las exportaciones estadounidenses – los aranceles suponen un riesgo directo.
Vemos un riesgo indirecto mayor si una política comercial de Trump de segundo mandato iniciara una guerra comercial entre los tres principales bloques económicos. Trump se ha mostrado aún más agresivo con China, amenazando con aranceles del 60%. A riesgo de simplificarse demasiado, es probable que los exportadores chinos traten de encontrar un mercado de sustitución con consumidores similares a los de Estados Unidos; Europa sería el objetivo natural. Varias industrias europeas, que ya se encuentran en un estado tumultuoso, se enfrentarían a una mayor competencia de los productores chinos, lo que elevaría las expectativas de intervención de la UE con sus propios aranceles. Sin embargo, la negociación actual sobre los aranceles a los vehículos eléctricos chinos ha revelado desafíos en este camino. Alcanzar una mayoría de la UE es difícil, ya que los intereses de cada país difieren. Además, la estabilidad política en la zona euro se ha erosionado considerablemente desde el primer mandato de Trump y se avecinan elecciones clave en Alemania (2025), Italia (2026) y Francia (2027 a más tardar).
En la zona euro, las políticas proteccionistas globales, junto con la incertidumbre económica asociada, probablemente afectarían a la inversión nacional y extranjera. El impacto es difícil de estimar, pero sería fundamental para el crecimiento tanto a corto como a medio plazo.
Tensiones europeas en materia de seguridad
También es una preocupación el apoyo estadounidense a Ucrania y las implicaciones para la OTAN. Trump ha afirmado que garantizaría un rápido acuerdo de paz en Ucrania. El temor es que se trate de una amenaza implícita de retirar el apoyo a Ucrania. La UE no sería capaz de reemplazar la escala del apoyo estadounidense –especialmente en los materiales–. Esto plantearía preocupaciones sobre el compromiso de Estados Unidos con la OTAN y la seguridad europea en términos más generales. En los últimos años, los países europeos han aumentado su gasto en defensa, aunque todavía no todos están alineados con sus promesas de la OTAN. Una presidencia de Trump probablemente presionaría al menos por este compromiso, pero una percepción más amplia de la retirada de la seguridad en Estados Unidos podría llevar a los países a aumentar el gasto en defensa de forma más sustancial, algo que además tensaría las finanzas públicas vulnerables de la UE.
Las fluctuaciones de los precios de la energía también pueden afectar a la zona euro. El aumento de la producción estadounidense y un acuerdo con Ucrania podrían reducir los precios del gas, pero las tensiones en Oriente Medio podrían disparar el coste del petróleo.
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