La edad de la IA y su potencial de inversión a largo plazo
- Los valores tecnológicos están dominando los mercados de renta variable una vez más debido principalmente al reciente auge y al potencial a largo plazo de la inteligencia artificial
- Muchas personas creen que el impacto de la IA en el mundo y en la economía mundial, especialmente el de la IA generativa, será enormemente significativo
- Creemos que la IA ofrece grandes oportunidades a los inversores de crecimiento (growth) para beneficiarse de un crecimiento potencialmente superior de los beneficios
La tecnología vuelve a dominar los mercados de renta variable. Si bien el S&P 500 va un 19% por delante en lo que va de año, el gran índice tecnológico Nasdaq ha obtenido una formidable rentabilidad total del 35%, ya que los precios de las acciones de gigantes como Amazon, Alphabet, Microsoft, Apple y Google se han disparado.1
El reciente auge de la inteligencia artificial (IA) y el potencial a largo plazo que en esta se percibe han sido fundamentales para este repunte tras el periodo de depresión que sufrió el sector en 2022.
Ha sido un tema difícil de pasar por alto en 2023, pues en particular 110 componentes del S&P 500 mencionaron la «IA» durante sus conferencias telefónicas sobre ganancias del primer trimestre, siendo la cifra más alta en más de una década.2
Detrás de la actual omnipresencia de la IA está ChatGPT. Lanzado en noviembre de 2022, capturó al instante a la imaginación mundial. La creación del motor de IA conversacional marcó un hito importante en la presentación de un aspecto de la innovación orientado al consumidor. El nivel de interés por el servicio era tal que tan solo tardó cinco días en llegar a un millón de usuarios,3 antes de superar la marca de 100 millones de usuarios en enero de 2023.4
Sin embargo, la realidad es que la IA ya está generalizada y lo ha estado durante algún tiempo. Los algoritmos dominan nuestra vida, desde la música y el cine que escuchamos y vemos en streaming, hasta lo que se nos recomienda cuando compramos por Internet, y mucho, mucho más. Como tal, existe una cantidad considerable de oportunidades de inversión tanto en el diseño como en la infraestructura de la IA, pero también en un amplio número de sectores, ya que las empresas de diferentes sectores están empezando a utilizar la IA para mejorar sus propios modelos de negocio.
¿Qué es la IA?
En esencia, la IA consiste simplemente en aprendizaje automático, es decir, la capacidad de pensar y aprender de un ordenador para realizar tareas y funciones cognitivas que solemos asociar con los seres humanos. Los programas de IA pueden aprender mediante la recopilación de datos de grandes modelos lingüísticos y el establecimiento de reglas (algoritmos) por medio de las cuales operan y utilizan esta información para entender cómo lidiar con la información que tienen. Algunos ejemplos de estos son, entre otros, Netflix y Spotify. La IA también puede razonar, decidiendo sobre algoritmos, para elegir los resultados y la información correcta.
La IA cuenta con varios subconjuntos. Por ejemplo, los asistentes virtuales familiares y portátiles como Alexa, de Amazon, o Siri, de Apple, son subconjuntos de aprendizaje automático en los que una red neuronal intenta simular la adquisición de conocimientos humanos. Esto se hace mediante la creación de algoritmos que están capacitados para aprender de la experiencia. El aprendizaje profundo es un subconjunto del aprendizaje automático que consiste en entrenar redes neuronales que imitan las estructuras del cerebro humano. Las redes neuronales suelen tener múltiples capas y se las puede entrenar para realizar tareas específicas como el reconocimiento de imágenes o voz. Algunos ejemplos de aprendizaje profundo incluyen el reconocimiento facial y el trabajo que se está realizando actualmente en los coches sin conductor.5
La IA generativa, como ChatGPT, lleva esto mucho más lejos, pues puede crear y producir texto, imágenes, vídeos y muchos otros tipos de contenido, por lo que presenta un inmenso potencial para revolucionar muchísimos sectores.
El potencial de crecimiento
Muchas personas creen que el impacto de la IA en el mundo y la economía mundial, especialmente el de la IA generativa, será de proporciones incalculables, ya que puede ayudar a automatizar tareas, como responder a las solicitudes de los clientes, dejando a su vez tiempo libre a los trabajadores para centrarse en tareas más estratégicas y complejas, e incrementando así la productividad de forma considerable. La consultora McKinsey & Company cree que esto podría añadir un valor de billones de dólares a la economía mundial, ya que la IA generativa podría automatizar las actividades que, a día de hoy, ocupan entre el 60% y el 70% del tiempo de los trabajadores.6
Por su parte, PwC ha descrito a la IA como la «mayor oportunidad comercial de la economía actual en rápida evolución».7 Este grupo piensa que su aportación al PIB mundial para 2030 podría ser masiva (15,7 billones de dólares) y que, durante el mismo periodo, la IA podría producir un crecimiento del 26% de las economías locales, siendo probablemente China y EE. UU. los países que disfruten de las mayores ganancias del PIB.8
En lo que al potencial de crecimiento del mercado de la IA se refiere, un análisis prevé que su valor actual de unos 100.000 millones de dólares podría ser veinte veces mayor para 2030, alcanzando cerca de 2 billones de dólares.9 Sin embargo, aunque el potencial de la IA a corto plazo ha causado mucho alboroto, se trata más bien de una cuestión de productividad a largo plazo que probablemente llegará a todos los sectores. La introducción inicial de los ordenadores en general, y posteriormente la era de Internet, hicieron posible que la productividad acelerara. La IA marca otro cambio revolucionario en la era digital.
En otro documento del Investment Institute de AXA Investment Managers tenemos en cuenta las consecuencias económicas del uso generalizado de la IA.
Aunque creemos que la IA, dado su enorme potencial, será una cuestión vital de la inversión temática en la próxima década (y más adelante en el tiempo), su impacto será gradual.
A día de hoy, la informática en la nube, los centros de datos, la capacidad de servidores y computación, así como las empresas de semiconductores y equipos de semiconductores, se encuentran entre los posibles beneficiados inmediatos de la IA generativa, ya que se requieren más soluciones de computación, memoria y redes para los procesadores informáticos, procesadores gráficos y otros equipos especializados.
El fabricante de chips Nvidia se convirtió en miembro del selecto club de empresas billonarias, pues este año se disparó la demanda de sus procesadores gráficos que sirven para entrenar los sistemas de IA.10
Otro fabricante de chips, Marvell Technology, también ha experimentado una fuerte subida del precio de las acciones a raíz de un informe de beneficios optimista impulsado por el entusiasmo que envuelve al sector de la IA.11
Más allá de las infraestructuras
Todo, desde las cadenas de suministro, el marketing, los análisis y más, adoptará la IA en los próximos años. La banca, la alta tecnología y las ciencias de la vida se encuentran entre los sectores que podrían experimentar el mayor impacto como porcentaje de sus ingresos de la IA generativa.12
El enfoque actual en la infraestructura crecerá con el tiempo en aquellas empresas que crean aplicaciones, y se puede decir que aquí las posibilidades son infinitas. Ayudará a mejorar la atención sanitaria, desde el diagnóstico de enfermedades y el desarrollo de nuevos tratamientos hasta la mejora de la atención al paciente. La IA puede mejorar la eficiencia energética y contribuir a desarrollar nuevas tecnologías para ofrecer energía más sostenible. También puede hacer posible una mayor eficacia y seguridad del transporte, desde los vehículos eléctricos hasta la mejora del flujo de tráfico.
Ya estamos viendo que las empresas de gestión de relaciones con clientes basadas en software, como Five9 y Salesforce, adoptan la IA, mientras que empresas de servicios como Accenture, Capgemini y Globant participan en el desarrollo de aplicaciones en torno a la IA, a la cabeza del cual se encuentran grandes empresas como Amazon, Microsoft y Alphabet. Entre los desarrollos se encuentra la serie de nuevas funciones de IA generativa de Google, incluida su experiencia de búsqueda generativa y un nuevo modelo de lenguaje grande (LLM, por sus siglas en inglés) para impulsar su chatbot.13
Y no es solo que las empresas tecnológicas quieran entrar en acción. Desde su concepción teórica en la década de 1950, se han presentado más de 340.000 solicitudes de invención relacionadas con la IA. Sin embargo, esto se ha acelerado rápidamente en la última década, pasando de 2.560 patentes en 2010 a más de 140.000 en 2021.14
Evidentemente, esto debería generar cierta precaución, ya que no todas las innovaciones de IA serán un éxito y, sin duda, todo el bombo en torno a la IA traerá de vueltas recuerdos del auge y el desplome de las empresas puntocom que se vivió a principios de siglo. Sin embargo, en nuestra opinión, el sector tecnológico general de hoy es algo muy diferente. En aquel entonces, en varios casos, las valoraciones de las empresas se basaban en aspiraciones más que en algo que fuera fundamentalmente tangible. Hoy en día las empresas tienen clientes, ingresos y beneficios muy reales. Habrá ganadores y perdedores de la IA y, si bien en la actualidad muchas empresas están recogiendo los beneficios de la ola actual, es demasiado pronto para evaluar cómo será la situación dentro de cinco años, y mucho menos dentro de 20 años.
El camino digital por recorrer
Habrá que resolver y analizar algunos problemas al igual que en todas las nuevas áreas de la tecnología, como por ejemplo, la seguridad, la precisión y la consistencia. La regulación será un factor clave y la Unión Europea ya está redactando una Ley de IA para «garantizar mejores condiciones para el desarrollo y el uso» en un intento por proteger a las empresas y los consumidores.15
Aunque dada la emoción que hemos visto hasta la fecha, es posible que se llegue rápidamente a su comercialización, sobre todo porque hay muchos usuarios de todo el mundo que están listos para utilizar este formato tecnológico.
Cualquier consumidor que ya se sienta cómodo hablando con su Alexa, Siri, Asistente de Google o Roku TV ya sabe bien lo que se necesita para utilizar una interfaz de usuario conversacional de IA, y esto solo debería acelerar su adopción, lo que pone de relieve los cambios estructurales que ya estamos observando, unos cambios que están apoyando la adopción de la IA y el refuerzo de su potencial de inversión a largo plazo.
Para los inversores, en especial aquellos con un sesgo hacia la renta variable de crecimiento, la IA ofrece enormes oportunidades para beneficiarse de un crecimiento superior de los beneficios. Al mismo tiempo, habrá empresas que pierden cuota de mercado si no aprovechan plenamente las oportunidades que ofrece una capacidad informática más potente. En los países desarrollados que se enfrentan a desafíos demográficos y limitaciones del mercado laboral, el poder de automatizar diferentes actividades económicas y ofrecer servicios y bienes a los consumidores utilizando técnicas de IA tendrá consecuencias económicas y sociales revolucionarias. Creemos que esta será una temática de inversión dominante en los próximos años.
Las referencias a empresas se realizan exclusivamente a título ilustrativo y no deben considerarse recomendaciones de inversión.
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