¿Puede el crédito en euros resistir las turbulencias macroeconómicas previstas?
Los mercados de crédito deberían seguir ofreciendo rendimientos atractivos en 2024 y se espera que los rendimientos cierren el año en niveles similares a los de 2022. Sin embargo, podría ser un camino lleno de baches si los recientes datos macroeconómicos siguen adelante: el índice de confianza del consumidor europeo mostró en febrero una disminución de la confianza, mientras que los datos preliminares del PMI de la zona euro fueron dispares. Además, los datos de inflación publicados en febrero mostraron una tendencia general de desinflación, si bien la inflación subyacente sorprende al alza.
Aunque vemos algunos retos para las empresas debido a la ralentización de la demanda de consumo y las presiones sobre los márgenes, se están beneficiando de puntos de partida sólidos. Esto se debe a que las empresas aprovecharon las condiciones de financiación barata durante la pandemia para reforzar sus balances. En consecuencia, aunque el nivel de liquidez en los balances de las empresas ha ido disminuyendo, sigue siendo un 23% mayor que antes de la pandemia, con 480.000 millones de euros para compensar el aumento de las necesidades de capital circulante e inversión en capex1 .
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El grado de inversión (Investment grade) debería seguir ofreciendo oportunidades
En general, esperamos que los bonos con grado de inversión en euros sigan bien respaldados. Mientras la inflación europea siga disminuyendo y los tipos del euro se mantengan estables, consideramos que algunos sectores ofrecen opciones interesantes para los inversores:
Los valores financieros ofrecen actualmente un ratio riesgo-rendimiento atractivo, con un repunte de 15 pb frente a los corporativos en el caso de los bonos preferentes2 . No esperamos sorpresas positivas en términos de beneficios para 2024, sino más bien una normalización de las tendencias desde una sólida posición de partida. Además, aunque existen indicios de que los márgenes de intereses netos de los bancos podrían disminuir ligeramente en 2024, se espera que sigan bien respaldados y por encima de las medias históricas. Por supuesto, incluso en un sector en el que vemos valor, los problemas se esconden en los detalles. El segmento financiero preferente se estrechó 4 pb3 en febrero, pero esto oculta una diferencia entre los bancos alemanes y el resto del sector; los bancos alemanes más pequeños de hecho vieron ampliarse los diferenciales.
El sector inmobiliario es otro sector en el que vemos valor debido a sus valoraciones atractivas, valoraciones relativamente resilientes y mayores rentas por alquileres debido a la escasez de viviendas y la indexación (oficinas, logística y comercio minorista). La selectividad es clave en este sector y tendemos a encontrar valor en estructuras grandes y diversificadas que tienen acceso al mercado de financiación garantizada.
Dada la incertidumbre de las perspectivas, también conviene considerar sectores defensivos como los servicios públicos. Junto con el potencial de mitigar el riesgo en una cartera en caso de recesión económica, el sector ofrece valoraciones atractivas, sobre todo en el mercado primario, con visibilidad sobre los beneficios y la generación de flujos de caja.
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Alto rendimiento (High Yield) en un contexto de desaceleración económica
Los emisores de High Yield están bien posicionados para afrontar una recesión leve gracias a unos beneficios resilientes, una menor deuda y una liquidez suficiente, aunque el coste de financiación está aumentando. Además, la fortaleza fundamental del High Yield se ve reforzada por la capacidad de los emisores para acceder tanto al mercado de bonos como al de préstamos en condiciones financieras razonablemente aceptables. Por consiguiente, aunque se espera que la tasa de impago aumente, se prevé que se mantenga por debajo de la media histórica.
Estamos encontrando algunas oportunidades interesantes basadas en rendimientos atractivos y un sólido punto de partida fundamental, aunque recomendamos un enfoque prudente y selectivo dado que persisten los obstáculos macroeconómicos. Actualmente, el High Yield tiene el potencial de ofrecer tanto rentas como retorno total a una cartera, aunque las situaciones idiosincráticas pueden generar una mayor dispersión. Es probable que las empresas más débiles, con márgenes más bajos y poco margen de error, sean las más vulnerables. Además, los emisores con problemas pueden tener dificultades para acceder a los mercados de capitales y refinanciar los próximos vencimientos, lo que supone un riesgo para el segmento de los bonos de alto rendimiento (High Yield).
Dado que los datos económicos ofrecen visiones dispares, la diversificación en el universo de crédito en euros debería ayudar a los inversores a mitigar el impacto de la volatilidad potencial. Creemos que adoptar un enfoque flexible hacia la asignación sectorial y por países, así como gestionar activamente la duración, puede ayudar a los inversores a aprovechar al máximo las oportunidades del crédito en euros en 2024 y años posteriores.
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